miércoles, 23 de enero de 2013

Bajo Cero

Antes de venir para NY había checkeado el clima y sabía que esta semana iba a ser muy fría. Pero nunca pensé que tanto. Es decir, miré el pronóstico y decían días como "mínima -9 y máxima -3" pero a lo que no le había prestado atención fue a la sensación térmica. Esta rondaba los -17 grados. No, no estoy en Alaska, vine a NY. Al parecer unos vientos del ártico son los culpables de esta semana indeseable.
Estos días no estuvimos haciendo mucho porque el frío no te da ganas ni de salir a la esquina. Un día fuimos al Central Park a la altura de Columbus Circle. Caminamos un par de cuadras pero ya estaba oscureciendo, así que perdió sentido seguir paseando por ahí. Acá a las 5:30 ya es de noche y todos los días por más que nos levantemos a las 9 am siempre terminamos saliendo como a las 2 pm de casa, así que la noche nos agarra rápido. Cruzamos para el west side con la idea de encontrar algún lugar para almorzar. Eran las 5.30 y ni habíamos comido. Pero nos topamos con una calle llena de árboles iluminados con luces diminutas y como todos saben, los turistas en NY tenemos fascinación por eso, así que habremos sacado miles de fotos ahí. Hacía mucho frío, tanto que nos olvidamos la idea de comer y solo buscamos un subte para volver a casa. Llegamos como a las 7 a Hell's Kitchen y seguíamos sin comer. Así que nos compramos una merecida pizza gigante que hace quedar a la del Almacen de las Pizzas como una pizza chica. Solo $8, tenía que aclarar. 
El lunes era día feriado, en memoria a Martin Luther King Jr., gran luchador de los derechos civiles de los afroamericanos cuando todavía existía un apartheid en Estados Unidos y dueño de un premio Nobel de la Paz en el 64. Decidimos ir al Metropolitan Museum of Art, a.k.a. el Met. Juuusto era el único lunes que abría en el año, junto con unos feriados más. Pero solo llegamos a recorrer la colección de Robert Lehman que tiene cuadros y arte decorativo desde el siglo 14 al 20; la parte de África, Oceanía y América; arte romano y griego; esculturas y arte decorativo europeo; arte medieval y justo cuando estábamos llegando a mi parte favorita que es la de arte contemporáneo y moderno, que incluía una exposición temporal de Matisse, anunciaron que el museo estaba por cerrar en 15 minutos. Así que negada a ver todo apurada me prometí volver otro día. Total todavía me quedan tres meses más. Sí, que bien suena ese consuelo.
Ayer nos dedicamos a hacer puramente deberes. Fuimos a la lavandería, acá llamadas laundromat, donde hay varios lavarropas industriales y obviamente son manejados en su mayoría por asiáticos buena onda. Metías $2,25 y el lavarropas empezaba a funcionar. Una genialidad. Después fuimos a Best Buy a seguir averiguando sobre nuestros respectivos teléfonos, que la verdad se están volviendo una molestia para conseguirlos. Nos dan muchas vueltas y muchas explicaciones distintas. También aprovechamos para comprar un cable para conectar la notebook con la tele y ver Netflix, que es una página para ver tele. A la vuelta sentí más frío que nunca en mi vida. Y eso que había pasado frío otras veces. Pero esto no se comparaba con nada. Las piernas las sentía dormidas y la cara me ardía. Era como meter el cuerpo entero sumergido en uno de esos tachos llenos de agua, hielos y bebidas en las fiestas. Era una sesión gratis de acupuntura en la cara. La cara llena de botox sentía. Horrible. Así que hoy decidimos hacer un día en casa. Vimos tele, una película que se pasaba en malísima, comimos y nos tratamos de pintar el pelo con tizas. Nada fuera de lo normal. Pero pensamos coronar el día con un vino que estamos por ir a comprar a la vuelta que tiene vinos on sale.











viernes, 18 de enero de 2013

Good Morning America!

Inspirada por mi amigo Nico (Argenmericano) y su practicidad de hacer un blog para evitar los cincuenta mil inbox y mails contando lo mismo cuando se fue a Utah, decidí seguir sus pasos. Esto vendría a ser, además, como una bitácora de viaje. No sé qué tan seguido escriba. Seguramente los primeros días mucho y después nada, como siempre con todo.
El viaje no fue tan fatal como imaginaba. Me tomé un Alplax porque estaba muy pesada (mi amiga y compañera de viaje Flor [El Trino De La Canaria] es testigo) y me tranquilicé un poco. Me vi Perfect Pitch, que me la recomendó Nico y ahora recomiendo yo, si son del tipo de película musical, y enseguida me agarró sueño. Digamos que no fue lo más cómodo que me pasó, pero dormí bastante, o lo suficiente.
Llegamos y parece que con nosotras se vino el frío porque anunciaron esta semana como una muy fría. Fue medio odisea llegar al departamento. Tuvimos que ir a una oficina que quedaba en la 23rd, hacer tiempo hasta las 3 pm donde decidimos meternos a comer a un resto japones por muy poca plata, después agarrar las llaves y subir hasta la 40th y 9th av. Ahí queda el departamento, en un barrio llamado Hell's Kitchen por ser el barrio gourmet. No se si gourmet por la calidad de restaurant, pero si por la cantidad. El departamento es genial. Bastante "grande" para ser NY con 23 años. Tiene una cocinalivingcomedor muy genial y bien decorada con tele (aunque solo tiene 12 canales) y después un cuarto normal con cama queen y por suerte buen espacio para la ropa. Y para los que se preguntaban si me moría de frío, no, hay buena calefacción.
Esa misma noche que llegamos, a pesar de estar muy cansadas, fuimos caminando hasta Times Sq. Eran solo tres cuadras igual. Obviamente mucha luz, turista, hombre en sunga tocando la guitarra con sombrero de cowboy y esas cosas que encontrás sobre Broadway. Fuimos a Toys R' Us para mostrarle a Flor (primera vez en NY) lo genial que era. Amo esa juguetería, así que le hice el recorrido de Legos, Dinosaurios, Barbies, Caramelos y vuelta al mundo. De ahí fuimos a comprar cosas básicas a Duane Reade, tipo shampoo y cosas para el desayuno. Prometimos comer lo mismo que comíamos allá, nada de huevos o panceta a la mañana. Y tengo que hacer un paréntesis acá para comentarle a las lectores femeninas que me compré un shampoo y crema de enjuague de keratina y una crema para peinar de aceite de argán (todo es con aceite argán acá y no se ni qué es eso) que te deja el pelo impecable.
Hoy me desperté con la increíble sensación de no saber si todo era real, pero sí, me desperté en la ciudad correcta. Good morning America! fue lo primero que pensé en gritar. Después de desayunar nos dedicamos a bajar al World Trade Center donde obviamente ya levantaron una torre gigante y ahora hacen otra. Pasamos por la iglesia que esta enfrente donde ahora parece ser un altar para todas las victimas del 911. Fuimos a Century 21 donde venden ropa de diseñadores como DKNY, Jil Sander, Lanvin, Chloé y otros por precios muy accesibles. Caminamos por Tribeca hasta llegar a China Town, hicimos dos cuadras y nos fuimos a Little Italy para almorzar a las 4 pm donde un italiano nos metió a la fuerza a su restaurant. Obviamente como típicos italianos, buitreaba hasta el de la cocina. Y no de la forma más discreta. Estaban muy entretenidos con las amigas de Flor y se lo hicieron saber. Uno nos invitó a salir pero no fue el plan de la noche. El plan fue sopa, Bon Jovi ochentoso, skype y blog. Así que heme aquí escribiendo para actualizar a los interesados y a los no tan interesados.