martes, 30 de abril de 2013

Goodbye New York

Estos ya son los últimos días que tuve en NY. No hay mucho humor para contar detalladamente, pero bueno. 
Casi todas mis actividades rondaron al rededor de Cande. Hasta tal punto que mis amigos en Buenos Aires asumen cuando me hablan que estoy con ella. En estos días ya ni me acuerdo bien el orden de las cosas, pero al poco tiempo que se fueron las amigas de Cande fuimos al museo de Natural History. Tuvimos que ir dos días porque uno no nos alcanzó. Es de verdad, gigante. Es como la versión Discovery Channel del Met. Ese mismo fin de semana fuimos con Cande, obvio, a Le Bain. Resulta que nos habían hablado mucho de ese lugar, que era una terraza de un hotel con una vista increíble y una pileta y jacuzzi adentro. Obvio que fuimos a constatar de que así fuese. También nos habíamos enterado que era difícil entrar y el staff era muy mala onda. Resulta que nada que ver, todos buena onda, entramos sin fila, aunque vale aclarar que era jueves, y cuando subimos no había pileta porque recién abría en mayo. Pero cuestión que había poca gente y casi todos franceses, pero solo vamos a decir que la pasamos bien esa noche sin dar muchos más detalles. Solo quiero sumar que ni bien entramos fuimos a la barra y vi como se le empezó a prender fuego el pelo a una chica que hablaba en la barra y su pelo caía en una vela. Nadie se dio cuenta salvo yo, que empecé a gritar hasta que los bartenders apagaron el fuego. 
Los días ya empezaron a  estar más lindos. Nunca más tuve un día de 26 grados, pero si entre los 15 y 19. Asi que un día aprovechamos para ir al Central Park (ya ni voy a aclarar que si hablo en plural me refiero a Cande y yo). Pasamos por abajo de un puente con una decoración interna muy barroca y divina donde al lado había una fuente y unos tipos que hacían burbujas monstruosamente gigantes. Me saqué una foto adentro de una burbuja, obvio. 
Otro día volví a Panna II con Cande y Gise, ese restaurant hindú con lucesitas en el techo. Solo que esta vez nos peleamos bastante porque era muy chico y estaban tratando de megter un grupo de 12 chicas y para eso nos movieron como dos veces de mesas. Otro día fuimos con Cande a Coney Island con unas amigas de ella y una inglesa. Cande tenía que sacarle unas fotos para una marca de zapatos, así que nos dedicamos más a eso que a andar por Coney. Solo me subí a un juego.
Paralelamente ya andaba terminando el curso de Costume Design y un día fuimos a Parsons Meares que es la empresa que le hace los disfraces a todas las mejores obras de Broadway. Nos mostraron todos los disfraces de The Lion King que andaban rehaciendo ahora (porque los cambian cada un año) y otros que andaban arreglando. Fue increíble ver como todos trabajaban en eso y ver los procesos de cada cosa. De paso adelanto que terminé el curso con una entrega final donde tenía que hacer los diseños de una obra que no se si ya habia hablado de esto pero era Les Liaisons Dangereuses. Cuestión que la terminé a las apuradas como siempre, pero terminó quedando muy buena. El último día de clases todos llevamos cosas y terminamos comiendo quesos y tomando vino. Mucho. En clases. Con la profesora. Fue genial para despedir a todos. Y ayer busqué la nota y el trabajo y me puso una A- aunque me aclaró que nunca ponía notas así pero que mi trabajo lo merecía. Así que muy orgullosa de mi yo. Bien nerd.
Un día fuimos a comer con Cande, Maro, Stephanie que es la suiza y ahí conocimos a Michaela, que es amiga de Steph y es de Alemania pero trabaja en NY. Tomamos unos tragos por West Village y vimos al de Mad Men, ni idea quién era pero Cande lo conocía. Y prácticamente estos últimos días en NY nos estuvimos viendo todas. Hicimos pic nic en la terraza de Michaela, comimos en un restaurant francés muy bueno llamado Buvette, salimos a tomar tragos por West Village, etc.
Y para mi último día en NY decidimos, con idea de Steph, caminar todo Broadway, que es la única avenida que cruza todo Manhattan de Uptown a Downtown y de West a East, porque va en diagonal, mientras que la mayoría van vertical y horizontalmente. Fuimos Steph, Maro y yo. Empezamos desde la 125th street y Broadway, que sería Morningside Heights casi Harlem y terminamos en la punta de Manhattan, en Battery Park. Pasamos por Columbus University, por St. John la catedral más grande de Estados Unidos, pasando por Upper West Side, Lincoln Center, Times Sq, Flatiron, Herald Sq, Tribeca, Soho, Madison Sq, Union Sq y Battery Park. 14 kms en total, y creo que nos tomó como 4 horas o 5 horas pero con muchas paradas en el camino. Y a la noche fuimos a festejar a Korea Town con Steph, Cande, Gise, Michaela y Maro. Comimos en un Korean BBQ y después karaoke.
Y finalmente hoy tomé mi vuelo a Miami. Al principio no aparecía en lista porque según Delta nunca había confirmado mi reserva, lo cual era mentira. Fue toooodo un kilombo de que yo lloraba de nervios y llamaba a todos lados. Finalmente tuve que pagar y me subí en ese mismo vuelo para que después papá se encargará de que nos devolvieran esa plata injustamente gastada. Concejo: nunca usen Delta. Dormí todo el viaje que tuve los tres asientos para mi y cuando llegué me buscó Flor A. la que vive en Miami. Me rompieron muchas partes de una de las valijas, puto Delta. Me quedo en lo de Flor con su familia que son amigos de toda la vida de la mía, asi que me atendieron muy bien y ya andamos con Flor preparando cosas porque estos días nos vamos a Orlando en auto.

Central Park

Panna II con Cande y Gise

Parsons Meares Ltd

Polaroids
Michaela, Stephanie y Maro en la terraza de Micky
Caminando por Broadway. Steph y Maro.

miércoles, 10 de abril de 2013

Hello Spring!

Después de como un mes sin escribir me digno a pasar a actualizar esto. La justificación a mi ausencia es que tuve muchas visitas y cuando se tiene visitas no paras de ir a todos lados. Casi no estuve en casa. Pero voy a tratar de hacer una breve reseña de todo.
Ni bien se fue mi queridísima roomate Flor Murua, descansé unos días y a la semana vinieron unos amigos. Flor A. (pongo iniciales porque voy a hablar de tres Flores distintas) que la conozco desde los 2 años pero ahora vive en Miami y Nico (Argenmericano) que es mi mejor amigo de la secundaria y ahora vive en Salt Lake City, Utah. Ellos no se conocían entre si pero se llevaron muy bien. A todo esto me estaba olvidando de comentar que me mudé. Cuando se fue Flor M. me pasé a otro departamento ubicado en Broome y Orchard que es en Lower East Side en una parte llena de bares, restaurantes y gente ondera. Este es más grande y cómodo. Es de una comediante que se llama Michelle y es muy simpática y obviamente por su profesión, graciosa. Bueno, semana con Nico y Flor. Fuimos a Soho porque Nico andaba enculado con que quería ropa (como si tuviese poca no?), salimos con Michelle a un lugar en Brooklyn donde tomamos unos tragos, unos cuantos, Times Sq donde Nico se compró una entrada para ver Newsies, comimos en Hell's Kitchen con unos amigos de SLC de Nico, fuimos a una exposición de Harry Potter donde me volví loca, comimos en un lugar muy freak llamado Jekyll and Hyde, Brooklyn Bridge, Chinatown, Williamsburg y etc. Pero a la semana se fueron y me dejaron sola.
El día que fuimos a Brooklyn Bridge conocí a una nueva amiga. Resulta que una amiga en común me dijo de conocerla porque ella iba a estar estudiando en NY como yo. Cuestión que la invité con nosotros a Brooklyn. Se llama Cande y posiblemente este en todas las próximas cosas que escriba. Pasó Saint Patrick's Day y con Cande nos fuimos solas a un bar irlandés por Times Sq. Cuestión es que terminamos con unos tragos de más (como la fecha merece) bailando con unos irlandeses que no paraban de tomar. Esas semanas también me anduve juntando mucho con Mariana y Dine. Mariana va a clases conmigo y Dine es su roomate, ambas Mexicanas. Las mejores Mex que conocí. Me llevaron a lugares nuevos a comer, recorrimos y demás. Además viven a una cuadra de casa. Fuimos al P.S.1 que es un museo del Moma que queda en Queens. Fuimos juntas al Brooklyn Bridge (ya tercera vez que lo cruzaba) porque ellas no habían ido. Tratamos de ir al Jardín Botánico de Brooklyn pero era muy aburrido y nos fuimos a comer arepas (comida Venezolana) a Williamsburg. Al día siguiente se fueron ambas. Dine se fue a Los Angeles, Mexico y no se qué más y Maro se fue a India con su mamá. Asi que ambas me abandonaron. Solo que Maro vuelve dentro de poco.
Empecé otro curso de telas donde más que clases teníamos muchos field trips (que es cuando te llevan fuera de clases a lugares) a distintas empresas textiles, de diseño, de estampado, consultoras de diseño y de más. Muy interesante porque te metes en procesos que tal vez no conocía tanto.
Fui a ver Sigur Rós que es una banda islandesa cuyo genero la verdad que no se cuál es, pero digamos que entra en el genero de 'música que te vuela la cabeza'. Fui sola, muy tranquila, solo acompañada de unos paquetes de M&M. Era en Madison Square Garden, que es gigante. Cuestión que estuvo increíble, igual o mejor de lo que esperaba. Y a la salida como estaba sola y nadie me apuraba me fui a la puerta por dónde iban a salir ellos. Eramos unos 15, pero mientras más tiempo pasaba más gente se iba. Pasaron 3 horas y solo unos pocos nos habíamos quedado, todos charlando con todos y con una mamá muy copada que se trajo miles de caramelos y chocolates para todos. Al final se dignaron a salir y se acercaron para hablar y sacarse fotos. Todos muy tranquilos nosotros y ellos también. Fotito, charla, pucho y se fueron.
A los días llegaron nuevas visitas. Flor C, Maggie y Rina. Las tres son amigas de Cande y Flor que la conocía de antes fue la que me había dicho de juntarme con Cande acá en NY. Pararon en el departamento de Cande pero las vi absolutamente todos los días. A Rina no la conocía, pero a Flor y Maggie sí. Con ellas también hicimos más turismo, más de lo que ya hable antes, pero también cosas que no había ido. Como patinar en Rockefeller Center, que fue una genialidad. Con gente que no sabía patinar, gente que sí y una vieja loca que bailaba en la pista. Empecé con miedo porque sentía la pista mas resbalosa que otras a las que ya había ido, pero terminé pseudo-patinando para atrás. Otro día les hice un tour por Brooklyn y otro día hicimos unos por Korea Town. Resulta que Rina es argentina pero de familia Koreana y tenía una amiga acá estudiando, argentina y de familia koreana también, llamada Gise. Ella nos llevó a Korea Town, compramos en The Face Shop, comimos y probamos de todo en un restaurant y fuimos a un karaoke. Resulta que los karaokes Koreanos son por cuartos, entonces cantas solo con tu grupo de amigos y te pedís tragos ahí que te los traen. Hicimos el ridículo cantando de todo pero hicimos el intento. Cuestión que tuve unas semanas muy divertidas con ellas que me integraron a todos sus planes pero después se fueron.
Ahora si quedé sola y más tranquila sin tantos planes. Menos entretenido pero por lo menos tuve tiempo de dedicarle a cosas que tenía que hacer y a la facultad. Que solo por si se lo preguntan, me esta yendo perfecto, muy nerd yo. 
Empezó la primavera realmente hace dos días. Con días de 26 o 20 grados, que acá es lo mismo que verano. Gente tomando sol en traje de baño en el Central Park, literal. Así que ayer con Cande nos fuimos al Central Park, alquilamos unas bicis y nos recorrimos el Central Park entero por un camino circular que va cerca de todo el perímetro. Hoy me dediqué a cobrar un lindo cheque del depósito del otro depto y fui a la facultad a tramitar unos papeles. Esperando ahora a que Cande terminé sus clases para ir al cine a ver Spring Breakers.

Nico en LES

Flor A. en el Central Park

Con Nico en FAO Schwartz
Con Maro y Dine en Brooklyn Bridge

 Jónsi de Sigur Rós. Ignorar mi cara.

Flor C., Cande y yo en Williamsburg


Flor y Maggie

Rina en Handsome Dan
Después de bicicletear en Central Park


miércoles, 13 de febrero de 2013

Brooklyn Roads

Estamos tratando de tachar cosas para hacer de la lista de Flor, que en dos semanas se estaría volviendo a Buenos Aires. Así que en estos días hicimos muchas cosas y voy a tener que resumir bastante. Volvimos a Williamsburg porque a El Trino de la Canaria (pum, chivo) le gustó mucho Brooklyn. Llegamos tarde otra vez, como siempre, porque siempre nos cuesta como 3 horas salir de casa entre maquillaje, ropa, ducha, desayuno, charla, y demás. Comimos en un restaurant que vimos abierto, porque ya era tarde y no todos servían comida. Muy rico, pero la verdad que ni me acuerdo el nombre así que no lo voy a publicitar. Volvimos a la librería de libros usados que nos encantó la primera vez y obviamente compré un libro. Usado, pero no cambia porque era uno de Alexander McQueen (el del Met) y estaba bien cuidado. Caminamos hacia unas tiendas de ropa vintage que hay miles pero son difíciles de encontrar. En realidad no de encontrar, si no de encontrar a precio aceptable y amigo del bolsillo. Pero después oscureció así que tomamos un café y volvimos a Manhattan.
Otro día nos encontramos con Daiana, que vendría a ser una compañera de trabajo de Flor que también anda estudiando acá. Nos llevó al Chelsea Market, que la verdad no conocía. Es una ex fábrica de Oreo donde ahora esta lleno de locales de comidas y mercados diversos. Podes encontrar un stand de muuuchos distintos tés y especias, un mercado de flores, otro de chocolates, carnicerías, panaderías y pastelerías miles, mercados de canastas de mimbre, otro de sales (sí, hay miles de sales que ni tenía idea de su existencia), librerías, obvio y muchas otras cosas. Es muy recomendable. Me compré como cuatro libros, un té, carne y me comí un crepe dulce increíble. De ahí salimos y subimos a la High Line. Son unos rieles aéreos en desuso que vecinos invirtieron para convertir en un paseo por el Meatpacking District y Chelsea. De ahí se ven muchos edificios modernos, el río Hudson y muelles/puertos. Es nuevo esto, así que tampoco había venido. Fue bueno sumar dos cosas que nunca había hecho en NY.
Al día siguiente fuimos temprano a un tour que habíamos reservado por el Garment District. Era grupal y encima gratis. Esta parte vendría a ser la meca del diseño en Manhattan. Desde principios del siglo 20 que alberga locales de textiles, varios talleres de costura, oficinas de diseñadores importantes y algunos showrooms de otras marcas. El guía nos explicó un poco de la historia del barrio, de sus edificios, historias curiosas y nos paseó por varias edificaciones. Pasamos por donde Ralph Lauren, Badgley Mischka, Oscar de la Renta y Donna Karan tienen sus oficinas, donde justo estaban haciendo fitting de las nuevas colecciones para el FW13. No llegamos a ver a nadie importante, pero fue emocionante estar ahí. Fuimos a Mood (ese lugar de telas donde compran los de Project Runway) y nos babeamos por todo, pero los precios no eran baratos así que solo sacamos fotos.
Los otros días anunciaron tormenta. De hecho nos llegaron mensajes de alerta al teléfono dándonos indicaciones de no salir de la casa y otras exageraciones. Pensamos que si la tormenta tenía nombre propio, Nemo, entonces iba a ser importante, pero no lo fue, solo mucha nieve. Fuimos esa noche, sin que nos importara mucho la tormenta, a B. B. King, que es un teatro/bar/restaurant de, en su mayoría, música jazz y otros. Vimos a Al Kooper. Wikipeenlo porque no pienso escribir biografía acá. Comimos una hamburguesa no tan buena y nos volvimos a casa luchando contra la nieve que se nos metía en los ojos.
El domingo fuimos a Manhasset, que queda en Long Island. Visitamos al primo de mi mamá que vive ahí y nos esperaba con comida. Su mujer nos hizo ñoquis caseros y mucha cantidad de comida extra que obviamente devoramos. Nos llevaron a pasear por varios lugares cercanos como Great Neck, que es una comunidad judía iraní muy llena de plata, así que había casas increíbles; Port Washington que es parte de la costa donde hay varios muelles y barcos; y muchos centros de pueblos adorables. Todo es muy lindo ahí. Los barrios residenciales son muy parecidos (en cuanto a distribución de terreno y casas) a los countries en Argentina, solo que con la buenisima diferencia de que no están cercados. Lunes a la noche comimos en Panna II, un restaurante de comida hindú que queda en East Village. Me lo recomendó Vicky, una amiga, no por su comida si no por su ambientación. El techo esta tapado de lucesitas de colores. Muchas, demasiadas.
Ayer fuimos a Brooklyn. Tomamos el subte hasta China Town y de ahí caminamos hacia el Brooklyn Bridge. Lo atravesamos sacándonos miles de fotos y llegamos a Dumbo. Un barrio muy lindo donde no nos dedicamos a recorrer mucho más que buscar dónde comer. Comimos comida mexicana y seguimos recorriendo. Caminamos por todo el borde del río donde se llega a ver Manhattan y todo su paisaje de rascacielos vidriados. Subimos, porque literalmente estábamos mucho más abajo de donde están todas las calles y caminamos adentrándonos en Brooklyn Heights. Casas y barrios muy del estilo londinense. Mucha escalera para entrar a las casas, puertas importantes y ventanas altas. Caminamos por una calle llamada Smith donde esta lleno de locales de ropa y cafeterías y después caminamos miles de cuadras para llegar a la 7ma avenida. Para ese entonces ya era tarde y moríamos por un café. Cumplimos con nuestros deseos de chocolate caliente y después nos volvimos a casa donde finalmente en una salida a fumar un cigarrillo, conocimos a nuestro real vecino. El que vive al lado de nuestro departamento, cuyo perro es igual a Boo the cutest dog in the world (youtubeenlo).

Chelsea Market

High Line

Mood Fabrics
Nemo Storm

Manhasset, Long Island

Panna II, East Village
Brooklyn Bridge





viernes, 1 de febrero de 2013

Top Of The Rock

Esta vez tengo un par de historias desafortunadas para contar. Es como que venimos con una racha de perdidas. Todos los días veníamos con ganas de salir, pero llegaba la noche y el invierno nos tiraba abajo. Siempre terminaba siendo mejor idea una película y el pijama. Pero el sábado decidimos cambiar eso y nos propusimos salir. Le preguntamos a mi amiga Menaka que vive en NY de algunos lugares para ir. Nos recomendó unos en Lower East Side (LES) donde nos terminamos por convencer de ir a uno de esos. Así que nos cambiamos y después de averiguar cómo ir en subte (sí, subte, porque si no las salidas se vuelven enemigas del bolsillo) bajamos para irnos. Cuando bajamos nos encontramos a un vecino del edificio que nos saludó con buena onda (otros solo te sonríen). Nos dijo que se llamaba Brett y que iba a una fiesta, si queríamos ir con él. Demasiado buena onda para ser desconocido. De ser Buenos Aires tal vez hubiésemos rechazado esa propuesta, pero como era NY y andábamos solas aceptamos. Pidió un taxi (para nuestra desgracia) y encaramos hacia otro lugar porque para entrar a la fiesta te pedían una buena cantidad de plata que obviamente no estábamos dispuestas a gastar. Así que fuimos a un bar en Alphabet City (supongo que se llama así porque hay avenidas que adoptan letras en vez de números) dónde había unos amigos de él. Llegamos y entramos directo hacia el fondo donde estaban todos. Summit se llamaba el bar y la gente parecía muy ondera. Conocimos a sus amigos, uno era Rob que hablaba un poco de español porque había estado en Argentina y otros lugares, otro Ami que era un hipster con mucha barba y después su novia Sarah que era una chica muy linda que trabajaba en una galería de arte. Todos muy buena onda y enseguida nos hicieron sentir bien. Nos dieron unos tragos muy raros pero ricos que tenían algo de lima, canela, vodka y otros ingredientes raros y estuvimos hablando ahí toda la noche. De vez en cuando salíamos a fumar un pucho y en una de esas escapadas conocimos a Robbin, una chica que no sabíamos bien si estaba borracha, fumada o con otras drogas. Pero se reía demasiado, se caía y parecía nerviosa. Vivía al lado del bar pero nunca había entrado, así que la obligamos a entrar. Rob le dio un trago y se acomodó con nosotros, aunque de vez en cuando subía a su departamento y volvía. Siempre llevándose el tapado de Flor. Cuestión que cuando nos vamos hubo toda una movida de abrigos, llaves, carteras y cosas que no entendimos nada. Llegamos a casa y nos dimos cuenta de algo. No teníamos la llave. Buscamos mil maneras de entrar al departamento o buscar la llave pero ninguna funcionó, así que terminamos durmiendo en el sillón de Brett. Al día siguiente nos fuimos para Alphabet City otra vez, convencidas de que Robbin se había llevado nuestras llaves por equivocación. Le tocamos el timbre y nos bajo a abrir. Subimos, buscamos por todos lados y no estaba. Lo lamentable es que teníamos que pagar una multa de algo así como $250 por perder la llave. Finalmente busca en su cartera y ahí estaba. Saltamos y gritamos de alegría y nos fuimos. Lo peor había sido que en ningún momento nos importó mucho perder la llave, de hecho caminamos mirando anteojos y pañuelos. A la vuelta vimos una especie de águila que se estaba comiendo una rata y todos le andábamos sacando fotos (comentario random). Cuestión que llegamos, entramos al depto y todo fue alegría.
Los siguientes días no hicimos mucho. Flor empezó su curso de dibujo y yo estuve leyendo una obra basada en Les Liaison Dangereuses para mi curso de Costume Design and History. Volvimos al Met porque nos faltaban cosas por ver y ese mismo día nevó, tal cual habían anunciado dos semanas antes. Otro día decidimos ir a Brooklyn porque la semana tenía un clima más ameno que la anterior. Cuestión que nos mandamos sin checkear el google maps a dónde ibamos. Solo sabíamos que a Williamsburg, que supone ser la parte linda. Nos bajamos en una que supuestamente ya era Williamsburg. Cuestión que era un lugar corte Constitución. Tratabamos de buscar una cara amigable para preguntarle a dónde ir, pero ninguno daba con el perfil. Cuestión que una italiana nos dijo que fueramos a una calle llamada Bedford, que eso era lo lindo. Después de unas 7 cuadras de imaginar mil formas en las que me podían afanar la cámara (que digamos era lo único que me preocupaba porque no es como que acá te matan para robarte) llegamos a Bedford Avenue. Cero copado. Era una gran comunidad judía ortodoxa. Y cuando digo gran, es GRAN. Eramos las únicas goi caminando por ahí y para ellos eramos bichos raros perdidos en su territorio. Asi que seguimos caminando hasta la parte norte de Williamsburg y finalmente llegamos a la parte copada. Era una callecita con locales de ropa vintage, marcas independientes, libros usados, discos de vinilos en venta y bares con luces por todos lados. Todos eran hipsters. TODOS. Pero ya era de noche, asi que compramos unos libros, tuve el honor de poder tocar un gato al fin, vimos ropa y nos volvimos.
Ayer empecé el curso. La profesora muy buena onda, así con pinta de vieja bohemia copada. Revoleaba telas para todos lados, pero todo fue muy introductorio por ahora. Aunque cabe destacar el detalle de que llegué tarde (como siempre) porque me perdí en el edificio de Parsons como por 15 minutos. A la noche salimos a un hotel (acá hay bares y movidas nocturnas en los hoteles), nos tomamos unos tragos muy copados, escuchamos muy buena música y obviamente terminamos, digamoslo sútilmente, tocadas por las bebidas espirituales. Especialmente Flor, no es que quiera deschavarla, no, para nada. Pero fue muy divertido.
Hoy fuimos a Rockefeller Center. Hacía bastante frío, pero igual caminamos mucho. La pista de hielo estaba cerrada porque le estaban pasando una maquina. Nos comimos un cupcake en Magnolia Bakery como dios dicta y nos volvimos al departamento porque nunca entendimos en que momento se hicieron las 10.


miércoles, 23 de enero de 2013

Bajo Cero

Antes de venir para NY había checkeado el clima y sabía que esta semana iba a ser muy fría. Pero nunca pensé que tanto. Es decir, miré el pronóstico y decían días como "mínima -9 y máxima -3" pero a lo que no le había prestado atención fue a la sensación térmica. Esta rondaba los -17 grados. No, no estoy en Alaska, vine a NY. Al parecer unos vientos del ártico son los culpables de esta semana indeseable.
Estos días no estuvimos haciendo mucho porque el frío no te da ganas ni de salir a la esquina. Un día fuimos al Central Park a la altura de Columbus Circle. Caminamos un par de cuadras pero ya estaba oscureciendo, así que perdió sentido seguir paseando por ahí. Acá a las 5:30 ya es de noche y todos los días por más que nos levantemos a las 9 am siempre terminamos saliendo como a las 2 pm de casa, así que la noche nos agarra rápido. Cruzamos para el west side con la idea de encontrar algún lugar para almorzar. Eran las 5.30 y ni habíamos comido. Pero nos topamos con una calle llena de árboles iluminados con luces diminutas y como todos saben, los turistas en NY tenemos fascinación por eso, así que habremos sacado miles de fotos ahí. Hacía mucho frío, tanto que nos olvidamos la idea de comer y solo buscamos un subte para volver a casa. Llegamos como a las 7 a Hell's Kitchen y seguíamos sin comer. Así que nos compramos una merecida pizza gigante que hace quedar a la del Almacen de las Pizzas como una pizza chica. Solo $8, tenía que aclarar. 
El lunes era día feriado, en memoria a Martin Luther King Jr., gran luchador de los derechos civiles de los afroamericanos cuando todavía existía un apartheid en Estados Unidos y dueño de un premio Nobel de la Paz en el 64. Decidimos ir al Metropolitan Museum of Art, a.k.a. el Met. Juuusto era el único lunes que abría en el año, junto con unos feriados más. Pero solo llegamos a recorrer la colección de Robert Lehman que tiene cuadros y arte decorativo desde el siglo 14 al 20; la parte de África, Oceanía y América; arte romano y griego; esculturas y arte decorativo europeo; arte medieval y justo cuando estábamos llegando a mi parte favorita que es la de arte contemporáneo y moderno, que incluía una exposición temporal de Matisse, anunciaron que el museo estaba por cerrar en 15 minutos. Así que negada a ver todo apurada me prometí volver otro día. Total todavía me quedan tres meses más. Sí, que bien suena ese consuelo.
Ayer nos dedicamos a hacer puramente deberes. Fuimos a la lavandería, acá llamadas laundromat, donde hay varios lavarropas industriales y obviamente son manejados en su mayoría por asiáticos buena onda. Metías $2,25 y el lavarropas empezaba a funcionar. Una genialidad. Después fuimos a Best Buy a seguir averiguando sobre nuestros respectivos teléfonos, que la verdad se están volviendo una molestia para conseguirlos. Nos dan muchas vueltas y muchas explicaciones distintas. También aprovechamos para comprar un cable para conectar la notebook con la tele y ver Netflix, que es una página para ver tele. A la vuelta sentí más frío que nunca en mi vida. Y eso que había pasado frío otras veces. Pero esto no se comparaba con nada. Las piernas las sentía dormidas y la cara me ardía. Era como meter el cuerpo entero sumergido en uno de esos tachos llenos de agua, hielos y bebidas en las fiestas. Era una sesión gratis de acupuntura en la cara. La cara llena de botox sentía. Horrible. Así que hoy decidimos hacer un día en casa. Vimos tele, una película que se pasaba en malísima, comimos y nos tratamos de pintar el pelo con tizas. Nada fuera de lo normal. Pero pensamos coronar el día con un vino que estamos por ir a comprar a la vuelta que tiene vinos on sale.











viernes, 18 de enero de 2013

Good Morning America!

Inspirada por mi amigo Nico (Argenmericano) y su practicidad de hacer un blog para evitar los cincuenta mil inbox y mails contando lo mismo cuando se fue a Utah, decidí seguir sus pasos. Esto vendría a ser, además, como una bitácora de viaje. No sé qué tan seguido escriba. Seguramente los primeros días mucho y después nada, como siempre con todo.
El viaje no fue tan fatal como imaginaba. Me tomé un Alplax porque estaba muy pesada (mi amiga y compañera de viaje Flor [El Trino De La Canaria] es testigo) y me tranquilicé un poco. Me vi Perfect Pitch, que me la recomendó Nico y ahora recomiendo yo, si son del tipo de película musical, y enseguida me agarró sueño. Digamos que no fue lo más cómodo que me pasó, pero dormí bastante, o lo suficiente.
Llegamos y parece que con nosotras se vino el frío porque anunciaron esta semana como una muy fría. Fue medio odisea llegar al departamento. Tuvimos que ir a una oficina que quedaba en la 23rd, hacer tiempo hasta las 3 pm donde decidimos meternos a comer a un resto japones por muy poca plata, después agarrar las llaves y subir hasta la 40th y 9th av. Ahí queda el departamento, en un barrio llamado Hell's Kitchen por ser el barrio gourmet. No se si gourmet por la calidad de restaurant, pero si por la cantidad. El departamento es genial. Bastante "grande" para ser NY con 23 años. Tiene una cocinalivingcomedor muy genial y bien decorada con tele (aunque solo tiene 12 canales) y después un cuarto normal con cama queen y por suerte buen espacio para la ropa. Y para los que se preguntaban si me moría de frío, no, hay buena calefacción.
Esa misma noche que llegamos, a pesar de estar muy cansadas, fuimos caminando hasta Times Sq. Eran solo tres cuadras igual. Obviamente mucha luz, turista, hombre en sunga tocando la guitarra con sombrero de cowboy y esas cosas que encontrás sobre Broadway. Fuimos a Toys R' Us para mostrarle a Flor (primera vez en NY) lo genial que era. Amo esa juguetería, así que le hice el recorrido de Legos, Dinosaurios, Barbies, Caramelos y vuelta al mundo. De ahí fuimos a comprar cosas básicas a Duane Reade, tipo shampoo y cosas para el desayuno. Prometimos comer lo mismo que comíamos allá, nada de huevos o panceta a la mañana. Y tengo que hacer un paréntesis acá para comentarle a las lectores femeninas que me compré un shampoo y crema de enjuague de keratina y una crema para peinar de aceite de argán (todo es con aceite argán acá y no se ni qué es eso) que te deja el pelo impecable.
Hoy me desperté con la increíble sensación de no saber si todo era real, pero sí, me desperté en la ciudad correcta. Good morning America! fue lo primero que pensé en gritar. Después de desayunar nos dedicamos a bajar al World Trade Center donde obviamente ya levantaron una torre gigante y ahora hacen otra. Pasamos por la iglesia que esta enfrente donde ahora parece ser un altar para todas las victimas del 911. Fuimos a Century 21 donde venden ropa de diseñadores como DKNY, Jil Sander, Lanvin, Chloé y otros por precios muy accesibles. Caminamos por Tribeca hasta llegar a China Town, hicimos dos cuadras y nos fuimos a Little Italy para almorzar a las 4 pm donde un italiano nos metió a la fuerza a su restaurant. Obviamente como típicos italianos, buitreaba hasta el de la cocina. Y no de la forma más discreta. Estaban muy entretenidos con las amigas de Flor y se lo hicieron saber. Uno nos invitó a salir pero no fue el plan de la noche. El plan fue sopa, Bon Jovi ochentoso, skype y blog. Así que heme aquí escribiendo para actualizar a los interesados y a los no tan interesados.